Diseñado hace más de 100 años, el Hotel Plaza tiene una forma triangular cónica, que le otorga un encanto peculiar. Detalles como el piso original del lobby, que se conserva parcialmente, y las ventanas elevadas con el emblema del Hotel Plaza grabado en el centro, reflejan elementos de inicios del siglo XX.
El lobby y el cercano bar son alegres y populares, gracias a la banda sonora que proporcionan los inspirados viajeros en armonía con la burbujeante fuente y el canturreo de los pajaritos en sus jaulas. Las cúpulas de vitrales en el techo, con bellísimas imágenes Art Nouveau, filtran los rayos del sol.
El Hotel Plaza cuenta con tres restaurantes y tres bares; entre ellos destacan el Fausto, el restaurante buffet y bar del quinto piso, donde se encuentra también la terraza de la azotea que ofrece amplias vistas de la ciudad, similares a las que se ven desde las terrazas de los cercanos Parque Central e Inglaterra. Cualquiera de estos lugares ofrece un merecido respiro del bullicio de La Habana y resulta magnífico para cargar las pilas antes de salir a una nueva excursión.
El Plaza irradia una tenue grandeza que hace posible imaginar a Albert Einstein y Babe Ruth (antiguos huéspedes acá) caminando por los pasillos. Hoy en día, el Plaza es una opción asequible con una ubicación privilegiada.
